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sábado, 26 de junio de 2010

BLOG

El blog  es una herramienta en linia que me parece muy buena y sencilla para  ser utilizada por los docentes que aún no dominen al cien por ciento el uso de loas tics o la plataforma para prepara sus clases  y hacerlas atractivas a los  estudiantes, donde ellos tengan la oportunidad de puedan participar activamente y directamente utilizando las tics y lograr el aprendizaje deseado y la realizacion profesional del enseñante.  


Un ejemplo del aprendiazaje en los alumnos de una manera clara es el blog de ecotiempo

jueves, 17 de junio de 2010

ARTE SACRO

El Arte Sacro es una denominación utilizada para todas aquellas producciones artísticas que tienen como fin un culto a lo sagrado o divino. Durante el trayecto de los siglos el cual se reconoce la fe, encontramos que el Arte Sacro intenta determinar cada pasaje y aspectos divinos por medio de pinturas, esculturas y mosaicos.

Arte religioso y sacro
A lo largo de la historia ha sido difícil la diferenciación entre el arte religioso y el arte sacro. El primero nos muestra obras artísticas donde se muestra el amor y la fe en Dios. Sin embargo en el arte sacro podemos contemplar lo mismo que en el religioso pero que además sirve como culto a lo divino.

Los temas más tratados por el arte sacro son:
- El bautismo de Jesús.
- El juicio de Jesús.
- La crucifixión.
- Jesús muerto.
- Jesús resucitado.
- María Santísima.
- Imágenes de la Biblia.
Arte cristiano Europeo

El arte sacro era común en la Edad Media europea, pero muchos de los mayores maestros fueron mandados por la Iglesia católica durante el renacimiento. Fue durante ese tiempo cuando Miguel Ángel pintó la Capilla Sixtina y talló la Pietà, Gian Lorenzo Bernini creó las columnas en la Basílica de San Pedro y Leonardo da Vinci pintó La Última Cena. Uno de los temas cristianos más comunes es el de una mujer (la Virgen María) cogiendo en los brazos a un niño (el hijo, Jesús). El otro tema principal es el de Jesús sobre la cruz.

El género del arte sacro perdió la mayor parte de su vigor desde el Renacimiento, pero los temas son todavía populares como muestra Salvador Dalí en el de siglo XX con su obra la Crucifixión. Después de la Segunda guerra mundial fue presentado algún buen trabajo principalmente por artistas franceses.

 

El primero de ellos fue Leonardo da Vinci (1452-1519), uno de los grandes genios de todos los tiempos. Fue el ejemplo más acabado de artista multidisciplinar, intelectual y obsesionado con la perfección, que le llevó a dejar muchas obras inconclusas o en proyecto. Poco prolífico en su faceta pictórica, aportó sin embargo muchas innovaciones que condujeron a la historia de la pintura hacia nuevos rumbos. Quizá su principal aportación fue el sfumato o claroscuro, delicada gradación de la luz que otorga a sus pinturas una gran naturalidad, a la vez que ayuda a crear espacio. Estudiaba cuidadosamente la composición de sus obras, como en la muy difundida Última Cena, donde las figuras se ajustan a un esquema geométrico. Supo unir en sus trabajos la perfección formal a ciertas dosis de misterio, presente, por ejemplo, en la celebérrima Gioconda, La Virgen de las Rocas o el San Juan Bautista.
Miguel Ángel (1475-1564) es la segunda, cronológicamente, gran figura. Fundamentalmente escultor, se dedicó a la pintura de forma esporádica, a petición de algunos admiradores de su obra, sobre todo el papa Julio II. Los frescos de la Capilla Sixtina muestran el atormentado mundo interior de este artista, poblado de figuras monumentales, sólidas y tridimensionales como si fueran esculturas, y de llamativa presencia física. En su obra cobra mucha importancia el desnudo, aun cuando la casi totalidad de la misma fue hecha para decorar iglesias.

Capilla Sixtina

La Capilla Sixtina es uno de los más famosos tesoros artísticos de la Ciudad del Vaticano. Fue construida entre 1471 y 1484, en la época del papa Sixto IV, de donde procede el nombre por el que es conocida, aunque inicialmente se llamó Capilla Palatina. Su arquitecto fue Giovanni d'Dolci siguiendo los modelos de las antiguas plantas basilicales romanas las cuales por su parte se inspiraban estructural y arquitectónicamente en antiguos edificios griegos como el Concejo del Ágora ateniense.

 

Es conocida en todo el mundo no sólo por ser la sala en la que se celebra el cónclave y otras ceremonias oficiales (como las coronaciones papales), sino sobre todo por sus murales pintados por Michelangelo Buonarroti (Miguel Ángel). Se encuentra a la derecha de la Basílica de San Pedro, después de la Scala Regia ('Escalera Real'), y originalmente servía como capilla al interior de la fortaleza vaticana.

La capilla es de forma rectangular y mide 40.93 m de longitud por 13.41 de anchura (las dimensiones del Templo de Salomón según el Antiguo Testamento). Su altura es de 20.7 m.

Su decoración pictórica al fresco se inició recién terminadas las obras y en ella participaron los pintores más exitosos de finales del siglo XV: Sandro Botticelli, Luca Signorelli, Perugino, Pinturicchio y Ghirlandaio, entre otros. Años después, ya bajo el papado de Julio II, Miguel Ángel pintó el techo (con escenas como La creación de Adán). La pared sobre el altar mayor (con una superficie de 13.7 m por 12.2 m) la ocupa el Juicio Final, pintado por el mismo genio tres décadas después.

 

En el centro de la bóveda se representan nueve escenas rectangulares sobre la Creación y la Caída del hombre, flanqueadas por profetas y sibilas, así como los antepasados de Jesús y arquitecturas y esculturas fingidas (trampantojos).

 

La decoración de esta capilla se completó con una famosa serie de tapices diseñada por Rafael Sanzio: Los Hechos de los Apóstoles. Actualmente, salvo en ocasiones especiales, estos paños de lujo se custodian en otra estancia de los Museos Vaticanos.
La Capilla Sixtina debe su nombre al Papa Sixto IV della Rovere (pontífice desde 1471 hasta 1484) quien hizo reestructurar la antigua Capilla Magna entre el año 1477 y el 1480.

 

Rafael Sanzio (1483-1520) completa la tríada de genios del Clasicismo. Su estilo tuvo un enorme éxito y se puso de moda entre los poderosos. La pintura de Rafael busca ante todo la grazia, o belleza equilibrada y serena. Sus Madonnas recogen las novedades de Leonardo en lo que se refiere a composición y claroscuro, añadiendo una característica dulzura. Anticipa claramente la pintura manierista en sus últimas obras, cuyo estilo agitado y dramático copiarán y difundirán sus discípulos.

 

 

Con la aparición de estos tres grandes maestros, los artistas contemporáneos asumen que el arte ha llegado a su culmen (concepto recogido en la obra de Giorgio Vasari, Las Vidas) y se afanarán por tanto en incorporar estos logros, por un lado, y en la búsqueda de un estilo propio y original como forma de superarlos. Ambas cosas, junto con el ambiente pesimista que se respiraba en la Cristiandad en la década de 1520 (Saco de Roma, Reforma protestante, guerras), hizo surgir con fuerza a partir de los años 30 del siglo XVI una nueva corriente, el Manierismo. Se buscará a partir de entonces lo extravagante, lo extraño, lo exagerado y lo irreal. Pertenecen a la corriente pictórica Pontormo, Bronzino, Parmigianino, Rosso Fiorentino o Francesco Salviati. Otros autores tomarán algunas novedades manieristas pero siguiendo una línea más personal y clasicista. Entre ellos podemos citar a Sebastiano del Piombo, Correggio, Andrea del Sarto o Federico Barocci.

Aleluya

Aleluya